¿Es posible comprar antibióticos sin receta en las farmacias?

Según un estudio realizado en Cataluña, casi la mitad de las farmacias evaluadas vendieron antibióticos sin receta.

El uso indiscriminado de antibióticos puede favorecer la presencia de bacterias resistentes a este tipo de fármacos. A medio plazo, este hecho puede provocar que los antibióticos sean inefectivos para tratar infecciones comunes, como la neumonía. Por este motivo, las autoridades subrayan que los antibióticos únicamente deben consumirse cuando esté indicado y consideran su dispensación sin prescripción médica como una fuente potencial de resistencias.

La revista Eurosurveillance ha presentado los resultados de un estudio realizado en 197 farmacias de Cataluña. Dichas farmacias fueron seleccionadas en función de la provincia y del nivel socioeconómico y localización (rural o urbana) de la zona para representar de forma adecuada las farmacias de esta comunidad.

Un actor acudió a las farmacias seleccionadas comentando que presentaba síntomas compatibles con uno de los siguientes cuadros clínicos: dolor de garganta, bronquitis aguda o infección urinaria. Basándose en este hecho, y argumentando que estaba de paso por la zona, solicitó comprar sin receta un antibiótico para aliviar su sintomatología.

El 45,2% de las farmacias visitadas dispensó el antibiótico sin la correspondiente receta. El antibiótico se consiguió con mayor frecuencia cuando se simuló una infección urinaria (79,7% de las farmacias), mientras que se consiguió en el 34,8% de las farmacias donde se simuló dolor de garganta y sólo en el 16.9% de los establecimientos donde se simuló una bronquitis aguda.

El 63,6% de las farmacias pequeñas (aquellas con un tamaño reducido, un único mostrador y una sola persona atendiendo) despachó los antibióticos sin receta, seguidas de las farmacias medianas (35,7%) y, por último, del 12% de las grandes (aquellas con un gran espacio y más de cuatro personas despachando). Las diferencias entre dichos porcentajes fueron estadísticamente significativas (p<0,001). Este patrón se mantuvo independientemente de la localización de la farmacia (urbana o rural) o del cuadro clínico simulado.

No hubo diferencias estadísticamente significativas en la venta de antibióticos sin receta en función del nivel socioeconómico del área de la farmacia (alto o bajo), el tipo de medio (rural o urbano), el sexo de la persona que atendía o su edad. No obstante, se observó una mayor tendencia a vender antibióticos sin receta en los hombres y en los dependientes mayores de 50 años.

Por tanto, aunque la venta de antibióticos sin prescripción médica no está autorizada en España, casi la mitad de las farmacias evaluadas dispensaron antibióticos sin receta. Según los autores del estudio, el hecho de que las farmacias pequeñas lo hicieran en mayor proporción podría deberse, entre otros factores, a un intento de compensar los menores ingresos de este tipo de establecimientos.

Otros estudios deberían confirmar que este patrón se mantiene en otras comunidades y países. De ser cierto, debería tenerse en cuenta a la hora de diseñar programas para fomentar un consumo racional de antibióticos.