Modelo de atención sanitaria integrada a las personas que viven en centros residenciales

En esta ponencia, el autor nos presenta la perspectiva de la atención sanitaria catalana. Comparando la pirámides de población de los mayores de 65 años que viven en residencias y la de los que viven en su domicilio, se observa que los primeros presentan un rango de edad más elevado, con una media que no ha dejado de aumentar, estando más del 55% por encima de las 80 años y cerca de un 10% en el entorno de los 90 años.

Según explica Sebastià Santaeugènia, se ha propuesto un nuevo modelo de atención sanitaria en residencias enfocado en 5 variables. Por un lado, la proximidad, lo que significa una atención sanitaria cercana según las necesidades personales de las personas en el territorio en el que viven. En segundo lugar, la equidad, como igualdad de acceso a la atención sanitaria para toda persona que vive en una residencia, así como en su asignación de recursos. En tercer lugar, seguridad, entendiendo por tal la priorización de la prevención cuaternaria con la finalidad de ofrecer una atención que vele por la seguridad de los residentes. En cuarto lugar, continuum asistencial, implicando una visión integrada del proceso de atención sanitaria de la persona, teniendo en cuenta sus necesidades, valores y preferencias, y garantizando la coordinación de los diferentes ámbitos asistenciales. Por último, calidad, en tanto que una garantía de la mejora en los resultados en salud de las personas, aplicando ahí la evidencia científica disponible en el proceso de atención sanitaria.

Igualmente, se propone un nuevo modelo de farmacia que pase de un esquema centrado en el medicamento (en el que la preparación y dispensación se realiza mediante receta en las Oficinas de Farmacia) a un esquema de atención farmacéutica centrado en la persona. En él, la provisión de los medicamentos sería directa a las residencias, y se acompañaría de actividades clínicas y asistenciales enfocadas a las personas, así como actividades vinculadas a la gestión del conocimiento para dar apoyo a los profesionales. El depósito de medicamentos de cada residencia dependerá del Servicio de Farmacia al que esté asignada.

Un problema para la implantación de estos nuevos modelos es que el Real Decreto 16/2012, en su prestación farmacéutica a centros sociosanitarios, muestra limitaciones o indefiniciones que impiden mejorar la atención y prestación a las personas que viven en residencias. Seis comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia y País Vasco) han desarrollado decretos para concretar la prestación farmacéutica, estando de hecho recurridos el andaluz, el aragonés y el vasco.

 

Se pueden extraer algunas conclusiones como que la demencia es el diagnóstico clínico más frecuente en los pacientes institucionalizados y, a pesar de ello, existe un alto nivel de infradiagnóstico. Además, se percibe un claro sesgo de género (el diagnóstico es más tardío en las mujeres). Las personas con necesidades complejas (PCC) y con enfermedades crónicas avanzadas (MACA) representan la mayoría de los ingresados en residencias. Por último, la atención de la demencia, los SG y los SCPD en el ámbito de las residencias es prioritaria, por su prevalencia y por la repercusión que tiene en el uso de recursos sanitarios, siendo objeto del modelo específico y del Plan de Demencias de Cataluña (PLADEMCAT).

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