Se necesita más y mejor investigación sobre las patologías mecánicas de la espalda

Según un estudio publicado recientemente existe un desequilibrio entre el gasto público en investigación sobre las patologías mecánicas del raquis y su importancia social y sanitaria

Las patologías mecánicas del raquis representan un problema de salud pública de primera magnitud, por su elevada frecuencia e impacto social, económico y sanitario. Sin embargo, un reciente estudio¹ muestra como esta patología ha merecido un insuficiente apoyo por parte de los organismos y agencias de financiación de la investigación. Además, señala que la inversión realizada ha resultado poco productiva en términos de publicaciones y su factor de impacto.

El estudio, basado en encuestas realizadas a los organismos financiadores de investigación y a los servicios implicados en el manejo de este tipo de patología de todos los hospitales públicos de España, arroja algunos resultados interesantes. Entre 1992 y 2006 se realizaron 129 proyectos de investigación sobre patologías mecánicas del raquis en España, en su gran mayoría estudios clínicos. El 64% habían sido publicados. El resto, o bien se trataba de estudios en curso o bien eran estudios improductivos (entre ellos, los tres estudios de investigación básica). Una entidad privada sin ánimo de lucro, especializada en investigación sobre la espalda, es con diferencia la entidad de nuestro país que más investigación ha apoyado en este ámbito, por encima del conjunto de las agencias públicas. Además, es también la que más estudios ha publicado y con un mayor factor de impacto global y promedio.

Los resultados muestran que existe un elevado porcentaje de los estudios financiados por agencias públicas que no han sido publicados, así como el factor de impacto promedio de sus publicaciones sensiblemente más bajo, lo que indica una baja eficiencia de esta inversión. Por otro lado, un número importante de estudios denegados fueron luego financiados y publicados por otras entidades, obteniendo un factor de impacto superior que aquellos otros que sí financiaron. Este dato, junto con el elevado porcentaje de los proyectos financiados que resultan improductivos, cuestiona en alguna medida los criterios utilizados por las agencias financiadoras para seleccionar los mejores proyectos de investigación en esta área.

Aunque el estudio presenta algunas limitaciones, éstas no parecen invalidar las conclusiones globales, sobretodo la necesidad de incrementar la inversión pública en investigación sobre patologías mecánicas del raquis así como la necesidad de revisar y mejorar los mecanismos de evaluación de las agencias financiadoras a fin de garantizar que los estudios de mayor calidad reciben apoyo.