Un nuevo índice para estimar la mortalidad en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Investigadores españoles han contribuido al desarrollo de un nuevo índice que permitirá una evaluación más precisa del riesgo de mortalidad en los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y que hará posible ajustar el tratamiento en función del riesgo de mortalidad subyacente

La EPOC muestra una importante variabilidad en sus manifestaciones clínicas y evolución. A pesar de ello, el tratamiento a menudo es similar. Mediante el desarrollo de un nuevo índice de riesgo para pacientes con EPOC, se investiga el modo de mejorar esta situación.

La EPOC se encuentra entre las cinco principales causas de mortalidad de todo el mundo y es la responsable de la muerte de tres millones de personas cada año a nivel mundial. La evaluación tradicional de la gravedad de la enfermedad se basa únicamente en la función pulmonar y no predice con precisión las condiciones clínicas ni la evolución progresiva de la misma. El índice BODE, que incluye: índice de masa corporal (Body mass index), limitación al flujo aéreo (airflow Obstruction), disnea y capacidad de ejercicio, fue pionero en la evaluación del pronóstico de la EPOC desde un punto de vista multidimensional (N Engl J Med. 2004;350(10):1005-12.). Sin embargo, y al contrario de otros índices pronósticos como el Framingham o el APACHE, el índice BODE no proporciona riesgos de mortalidad ni ha sido calibrado en otras poblaciones, lo que limita su aplicabilidad como instrumento pronóstico.

Un consorcio internacional, formado por investigadores de Suiza, Países Bajos, Estados Unidos y España, ha calibrado y actualizado el índice BODE y ha desarrollado un nuevo índice de riesgo más simple. Los resultados fueron publicados en septiembre en la revista The Lancet (2009;374:704-711.).

En el estudio se incluyeron 232 pacientes suizos de la cohorte Barmelweid (pacientes con EPOC grave de larga evolución) y 342 sujetos españoles de la cohorte Caracterización Fenotípica y Evolución de la EPOC (PAC-COPD), que incluye pacientes con EPOC de siete hospitales de Cataluña, uno del País Vasco y uno de Baleares (pacientes con EPOC moderada-grave tras su primer ingreso por agudización). En ambas cohortes se comparó el riesgo observado de mortalidad por todas las causas con el riesgo predicho por el índice BODE. La calibración mostró unos resultados pobres, con una infrapredicción del 36% del riesgo de mortalidad en los pacientes suizos (p = 0,013 del riesgo observado versus predicho) y una sobrepredicción del 42% en la cohorte española
(p = 0,035).

Los investigadores actualizaron el índice BODE (updated BODE) y desarrollaron un índice más simple a partir de la cohorte suiza, el índice ADO, que incluye edad (Age), disnea y limitación al flujo aéreo (airflow Obstruction). Ambos índices fueron validados en la cohorte española: el riesgo de mortalidad a 3 años predicho por los índices updated BODE y ADO se correspondía bien con la mortalidad observada en la cohorte española (p = 0,99 y 0,98, respectivamente).

Implicaciones para la práctica médica

Los índices BODE actualizado y ADO permitirán una evaluación más precisa del riesgo de mortalidad en los pacientes con EPOC. Cabe destacar que el índice ADO es de fácil aplicabilidad para entornos no especializados como la atención primaria, lo que facilitará su uso y redundará en una mejora de la asistencia individualizada a los pacientes con EPOC. A partir de ahora será posible ajustar el tratamiento en función del riesgo de mortalidad subyacente, como ya llevan haciéndolo los cardiólogos desde hace tiempo en pacientes con cardiopatías.