Los programas destinados a cambiar el estilo de vida son útiles para prevenir la diabetes mellitus tipo 2

Una revisión sistemática evidencia que los programas que combinan ejercicio y dieta previenen o retardan la aparición de diabetes melitus 2 y tienen efectos favorables en el peso, el diámetro de cintura y la presión sanguínea

Hay una evidencia fuerte, respaldada por ensayos clínicos aleatorizados, que demuestra que los programas de ejercicio y dieta previenen la aparición de diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en personas con intolerancia a la glucosa. Esto es lo que concluye una revisión sistemática Cochrane publicada recientemente (Biblioteca Cochrane Plus. 2008 Número 4: CD003054) a cargo de un grupo español. Sin embargo, fueron pocos los estudios en los que se incluían personas que presentaban otros factores de riesgo de DM2. Tampoco se han llevado a cabo ensayos clínicos aleatorizados sobre el efecto de estas intervenciones sobre la morbilidad, la mortalidad y la calidad de vida.

En dicha revisión se identificaron 8 ensayos clínicos en los que existía una de las ramas con un grupo bajo un programa intensivo de ejercicio y dieta (2.241 participantes) y una rama con un grupo de control con recomendaciones habituales (2.509 participantes). Además, dos de los estudios tenían un grupo que recibía tratamiento sólo con dieta (167 participantes) y otro solamente con ejercicio (178 participantes). Los resultados combinados de estos estudios demostraron que las intervenciones combinadas de dieta y ejercicio redujeron el riesgo de la DM2 comparado con las recomendaciones habituales (RR de 0,63, IC 95%: 0,49 a 0,79). Estas intervenciones también tuvieron efectos favorables en la reducción de peso, en el índice de masa corporal, en la relación cintura-cadera y la cintura (ambos parámetros como indicadores de obesidad abdominal), aunque la heterogeneidad estadística fue elevada para estas variables. Las intervenciones que combinaban ejercicio y dieta tuvieron un efecto muy moderado en los niveles de lípidos en sangre, pero mejoraron los niveles de presión sistólica y diastólica (diferencia de medianas –4 mmHg, IC 95%: –5 a –2 y –2 mmHg, IC 95%: –3 a –1, respectivamente). Por otro lado, no hubo suficientes datos para poder extraer conclusiones sobre la eficacia de las intervenciones basadas solamente en ejercicio para la prevención de la DM2.

Diabetes mellitus tipo 2

La diabetes mellitus tipo 2 es el tipo de DM más frecuente. En los países occidentales llega a afectar hasta un 7% de la población. La DM2 consiste en una hiperglicemia causada por una secreción insuficiente de insulina combinada con una capacidad reducida por parte de los tejidos periféricos para utilizar la glucosa y un aumento de la producción de glucosa por parte del hígado. Las complicaciones a largo plazo de la diabetes son: retinopatía, nefropatía y neuropatía, a la vez que se ve aumentado el riesgo de presentar enfermedad cardiovascular. Se ha observado que hay una incidencia creciente de esta enfermedad en los países industrializados y en los países en vías de desarrollo, hecho que la convierte en un problema de salud muy importante a nivel mundial.

Se plantean diferentes estrategias para su prevención primaria. Una de ellas es la de intervenir en el estilo de vida de las personas mediante programas intensivos de dieta y ejercicio. Se han publicado varios ensayos clínicos y revisiones al respeto, confirmando la utilidad de estos programas en la prevención o retraso en la aparición de la DM2. A la hora de implementar estos programas en los sistemas sanitarios es importante tener en cuenta que la relación de coste-efectividad es favorable cuando se compara con tratamientos farmacológicos, aunque no se sabe cual es la mejor estrategia para conseguir cambios en el estilo de vida (ejercicio y dieta) de las personas.