Tratamiento combinado en la EPOC: bueno, bonito y más caro...

Un estudio realizado en 27 centros hospitalarios de Canadá, en un total de 449 pacientes diagnosticados de EPOC moderada/intensa y seguidos durante un año, pone de manifiesto que el tratamiento combinado con tres fármacos (tiotropio+salmeterol+fluticasona) reduce las agudizaciones y mejora la “calidad de vida relacionada con la salud” a expensas de incrementar los costes económicos

Los estudios farmacoeconómicos donde,además de evaluar la efectividad de la intervención terapéutica, se consideren los costes económicos de la introducción del fármaco son y serán cada día más necesarios. Ya no es tan sólo imprescindible demostrar que un medicamento modifica significativamente una variable clínica o biológica, sino que, además, la introducción de una nueva pauta terapéutica debe tener en cuenta los costes económicos que se producirán. Los recursos son limitados. Si se dedican a un aspecto deberán sustraerse de otro, tanto o más necesario que el anterior.

Tal es el planteamiento de un estudio multicéntrico, liderado desde Vancouver (Canadá) y publicado en la revista Thorax (2008;63:962-967.), donde se analiza el coste/efectividad del tratamiento combinado con tiotropio, salmeterol y fluticasona, frente a la simple asociación de los dos broncodilatadores (tiotropio + salmeterol) o el tiotropio solo, en el manejo clínico de la EPOC, durante un año de seguimiento. La aproximación al estudio es clínica y económica, y pretende comparar los costes de las tres modalidades de tratamiento, ampliamente aceptadas por las guías terapéuticas internacionales. La variable principal se establece en términos de comparación de agudizaciones, calidad de vida relacionada con la salud y coste económico directo (se excluyen los costes atribuibles a pérdidas laborales por razones obvias en función de la edad y situación laboral de la mayoría de estos pacientes).

Los resultados demuestran que, aunque la introducción de los tres fármacos reduce el número de agudizaciones en el año de seguimiento y mejora los indicadores de los cuestionarios de calidad de vida utilizados, incrementa significativamente los costes. Tan sólo en un subgrupo de pacientes con mayor gravedad de la EPOC, la introducción de los dos broncodilatadores (tiotropio+salmeterol) resulta económicamente rentable.

Aunque los datos del estudio no sean totalmente superponibles a la sanidad española, es necesario disponer de este tipo de información antes de decidir una utilización masiva de pautas terapéuticas con gran impacto económico y social.