Altas dosis de ibuprofeno pueden ralentizar el desarrollo de la fibrosis quística en niños

Según una revisión Cochrane, el tratamiento sería más eficaz si se empezara antes de los 13 años, aunque la seguridad a largo plazo es todavía incierta

El problema clínico más importante para las personas con fibrosis quística es la inflamación de los pulmones. En consecuencia, algunos investigadores se habían planteado si administrar antiinflamatorios no esteroideos (AINE), particularmente el ibuprofeno, a pacientes con fibrosis quística podría reducir la inflamación pulmonar, y así mejorar la función respiratoria.

Las dosis altas de ibuprofeno son un tratamiento relativamente barato que requiere supervisión médica pero que generalmente está bien tolerado. Sin embargo, en bajas dosis parecía que incluso podía causar inflamación, mientras que dosis más altas podrían generar efectos adversos y limitar su uso.

Los resultados de una revisión Cochrane reciente sugieren que el tratamiento a largo plazo con altas dosis de ibuprofeno ralentiza la tasa de disminución de la función respiratoria en niños. Además, esta desaceleración es mayor cuando el tratamiento se empieza antes de los 13 años.

El estudio, que ha incluido seis ensayos con casi 300 pacientes, advierte que la información disponible sobre los efectos a largo plazo de altas dosis de AINE es todavía limitada. Hay que tener en cuenta que sólo un ensayo presentaba información a largo plazo. Es más, este único ensayo, aunque mostraba un resultado favorable al grupo de AINE en cuanto a uso de antibióticos, la situación nutricional y la función pulmonar, no disponía de potencia suficiente para detectar diferencias en los efectos adversos.

Por otro lado, sí que existen pruebas suficientes para recomendar que se interrumpa la administración de AINE durante la administración de aminoglucósidos intravenosos u otros agentes nefrotóxicos. El tratamiento con ibuprofeno no se recomienda actualmente para su uso rutinario y los pacientes que reciban esta terapia deben hacerlo bajo la supervisión de un especialista en fibrosis quística.

De momento se necesita más investigación para establecer la seguridad del tratamiento a largo plazo, así como la edad óptima para empezar el tratamiento.