La vacuna contra el virus del papiloma humano se muestra eficaz en mujeres jóvenes adultas

Un estudio publicado recientemente evaluó la eficacia de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) en más de 18.000 mujeres jóvenes, de entre 15 y 25 años

En un 70% de las ocasiones el conocido cáncer de cérvix (o de cuello de útero) está causado por el virus del papiloma humano (virus común que se disemina a través de las relaciones sexuales). De ahí la importancia de una vacuna eficaz que permita evitar la infección por este virus.

Tipos de VPH: ¿Son todos igual de peligrosos?

Existen muchos tipos diferentes de VPH (alrededor de 100) y muchos de ellos no causan problemas. Hay 13 tipos de papilomavirus que pueden provocar cáncer de cérvix, pero los que causan la mayoría de los casos (en un 70%) son los denominados subtipos 16 y 18, para los que se probó esta vacuna.

Eficacia de la vacuna

La prestigiosa revista médica The Lancet publicó recientemente los resultados finales de un estudio que evaluó la eficacia de la vacuna contra el virus del papiloma humano (subtipo 16 y 18) en más de 18.000 mujeres jóvenes (entre 15 y 25 años).

El objetivo principal del estudio fue evaluar la eficacia de la vacuna en la prevención de la denominada neoplasia intraepitelial cervical (NIC) asociada al VPH 16 y 18. La NIC es un crecimiento anormal y pre-canceroso de células del cuello uterino. La mayoría de los casos de NIC permanecen estables o son eliminados por el sistema inmune de la mujer sin intervención médica. Sin embargo un pequeño porcentaje de casos progresan a cáncer cervical.

Para la evaluación de la vacuna se dividió a las 18.000 mujeres en dos grupos. A un grupo se le administró la vacuna y al otro se le administró un placebo (sustancia sin ningún efecto) y se les realizó un seguimiento promedio de 3 años. Los resultados finales del estudio mostraron que la vacuna es altamente eficaz en la prevención del virus del papiloma humano.

Importancia de las citologías vaginales (pruebas de Papanicolau)

El desarrollo del cáncer cervical generalmente es muy lento y comienza como una afección precancerosa llamada displasia. Esta afección precancerosa se puede detectar por medio de una citología vaginal y es 100% tratable. Por esta razón es tan importante que las mujeres se practiquen citologías vaginales regularmente. La mayoría de las mujeres a quienes se les diagnostica cáncer cervical en la actualidad no se han sometido a citologías vaginales regulares.

Programa de vacunación del virus del papiloma humano

En septiembre de 2007 el Pleno del Consejo Interterritorial aprobó por unanimidad la propuesta de incluir la vacunación contra el virus del papiloma humano en el calendario vacunal, de niñas entre los 11 y los 14 años de edad. Esta vacunación se ha ido implantando en función de las necesidades, prioridades y logística de los programas de vacunación de cada Comunidad Autónoma. Esta medida se unió a las estrategias de prevención del cáncer de cérvix, que incluyen los esfuerzos en la detección precoz mediante cribados sistemáticos y las políticas de educación sanitaria y sexual, con especial incidencia en la utilización de medidas profilácticas para evitar el contagio de infecciones de transmisión sexual.

Prevalencia de la infección por VPH en España

En España, la prevalencia de infección por VPH es una de las más bajas de Europa. En los estudios realizados en población general se obtienen resultados en torno al 3,4% y se detectan valores más altos, entre un 10% y un 17%, en estudios realizados en mujeres que acuden a centros asistenciales. Se ha identificado un mayor riesgo asociado a mujeres con más parejas sexuales así como una suave tendencia decreciente con la edad.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) estimó la incidencia de cáncer cervical en España en 2002 en 2.103 casos, lo que supone una tasa de 7,6 casos por 100.000 mujeres, una de las más bajas de Europa.

Baja mortalidad

La mortalidad detectada en 2005 por el Instituto Nacional de Estadística (INE) fue de 594 fallecimientos por cáncer de cuello de útero, lo que supone una tasa ajustada por edad de 2 muertes por 100.000 mujeres, con una edad media de defunción de 63 años. Estas cifras de mortalidad están también entre las más bajas de Europa.