PACTO SOCIAL POR LA NO DISCRIMINACIÓN Y LA IGUALDAD DE TRATO ASOCIADA AL VIH

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH Arxiu pdf. S'obrirà en una finestra nova (Noviembre 2018)     

Vídeo informativo sobre el Pacto social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH.

Web del Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH S'obrirà en una finestra nova

El Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato asociada al VIH es una iniciativa impulsada desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social consensuada y suscrita por los agentes sociales e institucionales clave en la respuesta al VIH. La adhesión al Pacto Social supone asumir el compromiso de eliminar el estigma y la discriminación asociados al VIH y al sida, garantizando la igualdad de trato y de oportunidades, la no discriminación y el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de las personas afectadas. Tanto las organizaciones, instituciones,… como personas a título individual pueden adherirse a este Pacto. Si quieres adherirte, pincha aquí:

Convenio entre el Ministerio de Sanidad, CESIDA y la UAH

Informes y estudios

Jornadas

Acceso de las personas con infección VIH a centros residenciales Arxiu pdf. S'obrirà en una finestra nova (Consejo Interterritorial SNS)

Los avances en los tratamientos y en la atención sanitaria han convertido la infección por VIH en el mundo occidental en una enfermedad de curso crónico. Actualmente, la calidad y la esperanza de vida de las personas con VIH podrían equipararse a la de la población general. Sin embargo, los cambios en la percepción social del VIH han sido menos significativos. Sus vías de transmisión, sus implicaciones respecto a la perspectiva de género y su asociación en el imaginario social a grupos socialmente excluidos pueden ser causa del estigma asociado a la infección y motivo de discriminación en distintos ámbitos.

 

 

 

¿POR QUÉ HABLAMOS DE ESTIGMA Y DISCRIMINACIÓN?

El Estigma es un "atributo que desacredita socialmente a quien lo soporta, que queda sometido a reacciones adversas, de hostilidad y de rechazo, que favorecen la soledad y el aislamiento social" (Goffman, 1963). La autoestigmatización ocurre cuando las personas con VIH interiorizan o anticipan las actitudes sociales que se experimentan en la sociedad. Puede ocasionar vergüenza o desprecio de sí mismo, sentimientos de culpabilidad y de inferioridad, que pasan a formar parte de su identidad favoreciendo situaciones de autoexclusión en múltiples ámbitos de la vida.

En 2001, ONUSIDA indicaba que el estigma relacionado con la infección por el VIH podría ser el obstáculo más grande al que las personas y las comunidades así como los políticos y los líderes religiosos que trabajan en la respuesta a la epidemia de VIH han de hacer frente. Un esfuerzo muy importante para responder al estigma no solo mejorará la calidad de vida de las personas infectadas por el VIH y de las personas que son sumamente vulnerables a la infección, sino que reúne las condiciones necesarias de una reacción a gran escala frente a la epidemia.

Se considera discriminación, en relación con el VIH, cualquier situación que conduce a una distinción arbitraria entre las personas por razón de su estado de salud o su estado serológico respecto al VIH, confirmado o sospechado. La discriminación arbitraria puede ser el resultado de una acción o una omisión.

En este sentido, algunas personas con VIH han visto vulnerados algunos de sus derechos fundamentales debido a su enfermedad, como el acceso a seguros y prestaciones sociales, a oportunidades de trabajo o a la entrada como turistas o como trabajadores a determinados países. Adoptar las medidas adecuadas para eliminar la discriminación hacia las personas con VIH y defender sus derechos es un reto fundamental en la respuesta a la epidemia.

Desde el punto de vista de la Salud Pública, el estigma que sufren las personas con VIH es un obstáculo para el acceso a los servicios de salud, al diagnóstico y al tratamiento. Los prejuicios acerca de las enfermedades infecciosas y en particular, las de transmisión sexual, así como la información errónea sobre las vías de transmisión del VIH provocan desigualdad en el acceso y la utilización de servicios de salud, prestaciones sociales, al mercado laboral o a la vivienda.

IMPACTO DEL ESTIGMA Y DE LA DISCRIMINACIÓN

IMPACTO EN EL ÁMBITO LABORAL

Los avances en los tratamientos y en la calidad y esperanza de vida de las personas con VIH han puesto de manifiesto la necesidad de reforzar el trabajo para dar respuesta a las demandas y necesidades que las personas con VIH manifiestan con respecto a su incorporación al mercado laboral y al mantenimiento de sus puestos de trabajo. A pesar de que existe un marco legislativo que protege el derecho de todos los trabajadores y trabajadoras (en el sentido amplio), y de las recomendaciones internacionales en lo que se refiere al VIH y el mundo del trabajo, en especial la última recomendación de la OIT S'obrirà en una finestra nova sobre el VIH y el mundo del trabajo, la discriminación persiste.

En este sentido, se debe informar a la población sobre:

  • las vías y modos de transmisión del VIH, científicamente documentadas y entre las que no se incluye el compartir un espacio de trabajo, que no supone ningún riesgo de transmisión.
  • el hecho de que un trabajador o una trabajadora no tiene disminuida su capacidad de trabajo por el hecho de tener VIH.

IMPACTO EN EL PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO INDIVIDUAL

  • La discriminación real o percibida puede llevar a las personas con VIH a retrasar las visitas a las unidades sanitarias especializadas o evitar el tratamiento de la infección. A ello se suma el miedo a ser vistas en las salas de esperas o el temor anticipado a los efectos secundarios de algunas medicaciones (lipodistrofia). Ocultar el estado serológico puede provocar un aumento considerable de los niveles de estrés de la persona con la consiguiente posibilidad de debilitamiento en el sistema inmunológico.
  • Al ocultar el estado serológico por temor a que sus amistades o familiares las abandonen o sean objeto del mismo estigma, algunas personas con VIH limitan sus relaciones interpersonales reduciendo sus redes de apoyo e incrementando el riesgo de aislamiento y discriminación.
  • El rechazo social y la discriminación pueden minar la autoestima de las personas con VIH y afectar a su motivación para asumir pautas correctas de cuidado personal y de adherencia al tratamiento antirretroviral.

IMPACTO EN LA SALUD PÚBLICA

  • El temor a las consecuencias de un resultado positivo en la prueba del VIH es un motivo asociado con el retraso en la detección y en el tratamiento de la infección. Esto tiene efectos adversos sobre la salud de las personas infectadas. En cambio, el diagnóstico precoz tiene efectos positivos para contener la transmisión ya que es más probable que las personas que saben que tienen VIH adopten comportamientos preventivos.
  • El estigma hacia las personas con VIH percibida provoca que algunas de ellas teman proponer prácticas de reducción de riesgo como el uso del preservativo o eviten comunicar su estado serológico por miedo al rechazo de sus parejas.
  • La discriminación y el estigma asociados a la infección dificultan a las personas con VIH que sufren violencia de pareja la salida de la situación de maltrato, y origina formas concretas de violencia psicológica ejercidas por el maltratador.
  • El estigma en torno al VIH, sumado al que pesa sobre la sexualidad y sobre el consumo de drogas dificulta la puesta en marcha de estrategias y políticas de prevención de nuevas transmisiones.

CÓMO REDUCIR EL ESTIGMA Y LA DISCRIMINACIÓN

El estigma puede ser reducido a través de una variedad de estrategias de intervención que incluyen la información, el consejo, la adquisición de habilidades y el contacto con personas afectadas. Esto requiere trabajar tanto con la población general (estigma confirmado y discriminación) como con las personas con VIH (estigma percibido). Asimismo, es fundamental un abordaje intersectorial y multidisciplinar.

Una herramienta fundamental para trabajar el estigma confirmado y la discriminación es la educación. Diversos estudios han demostrado que las personas mal informadas o desinformadas acerca de la transmisión del VIH tienen probabilidades mucho más altas de tener actitudes discriminatorias que las que están bien informadas.

Hay que destacar la importancia de velar por un adecuado tratamiento jurídico de la discriminación por razón de VIH y la promoción de denuncias por parte de las personas que sufren o han sufrido discriminación. La utilización de los sistemas legales para denunciar la discriminación puede servir para deslegitimarla y desnaturalizarla. En este sentido, es importante tanto que las personas con VIH conozcan bien sus derechos, como la formación de los juristas y jueces en este ámbito.

Por último, numerosos organismos nacionales e internacionales reconocen la importancia de los medios de comunicación en la respuesta a la epidemia. Los medios de comunicación, gracias a su amplio alcance, son actores fundamentales en la difusión de información e ideas, tanto escritas como en imágenes, sobre la epidemia del VIH. Por ello, es crucial establecer alianzas que fomenten la utilización de conceptos correctos y el uso de un lenguaje preciso, que permitan comunicar mensajes libres de prejuicios y discriminación sobre las personas afectadas por el VIH y sus entornos.               

¿QUÉ PUEDO HACER EN CASO DE QUE SUFRA DISCRIMINACIÓN POR TENER VIH?

  • Si el caso se ha producido en el ámbito sanitario, puede ponerse en contacto con la oficina del defensor del paciente de la comunidad autónoma (en aquellas comunidades autónomas en las que exista esta figura) o con las unidades de atención al paciente de hospitales o centros de salud.
  • Ante otro tipo de situaciones de discriminación puede contactar con:
    • El defensor del pueblo estatal o autonómico (en aquellas comunidades autónomas en las que exista esta figura).
    • El plan autonómico de sida de su comunidad o Plan Nacional del Sida
    • Asociaciones y ONG con asistencia jurídica para casos de discriminación.